jueves, 11 de julio de 2013

Lo que el bachiller no nos enseñó




Saludos! Se preguntaran por que ese título, no? Les explico, analizando algunas diferencias notables entre el colegio y la universidad, me fui a lo profundo y llegue a una conclusión personal, pero que he querido compartir con ustedes, porque al final de cuentas para llegar a la universidad todos tuvimos que haber pasado por el espectacular bachiller.

Para mí el bachiller fue más que genial, ni loca pensaba en la universidad y no concibo como alguien en todos sus ´´cabales´´ podría soñar con la universidad mientras estaba en la secundaria. Los trabajos escolares no tienen comparación con los de la universidad, los paseos, los tan esperados ´´recreos´´, las explicaciones de los profesores (muy calmadas explicaciones y con promesas de repetición por si alguien no captaba la información en un primer instante), los días libres, los días de colores, las horas libres dentro del colegio (todos recuerdan esos bochinches que se armaban cuando un profesor/ra salia a buscar algo o faltaba a clases y no había sustituto, o no?), en fin, un sinnúmero de detalles que hacían del bachiller un lugar aceptable, algo así como un centro de recreación o socialización donde además de todo lo bonito, también te daban clases. Ahhh! que días aquellos...

Pero, hubo algo en lo que no nos prepararon emocionalmente, diría yo, en la secundaria, y eso es: al cambio. La universidad obedece a un ciclo de clases totalmente diferente al de los colegios; Se toman materias en aulas diferentes todos los días, lo que incluye a personas diferentes en esos días, profesores diferentes y lo más agotador de todo es que no obstante el tener que adaptarse a esas clases, las mismas finalizan cada 3 meses (por lo menos en INTEC), lo que quiere decir que el ciclo de estudios y de socialización debe comenzar otra vez. Es algo un poco agotador, por lo menos para las personas que son mas susceptibles al cambio, personas que deben adaptarse poco a poco y que una vez logrado la adaptación les es un poco complicado el empezar de nuevo.

Hay personas que nunca se adaptan al cambio y pasan sus días universitarios encerrados en si mismos, en su propio circulo, y eso no es sano. Yo soy de las que se adaptan lento, pero gracias a Dios en la universidad me ha tocado un grupo maravilloso de compañeros desde el primer trimestre, hasta ahora todo va color de rosa, pero el solo hecho de tener que pensar que cada 3 meses se debe actualizar el ´´circulo´´ de compañeros, es un tema que todavía es un tantito difícil de tocar, pues me siento super cómoda en el que ya estoy.

Hay que madurar, de eso estoy convencida, y hay también que pensar en los días de universidad como algo positivo (y no, no es como se pintan en la mayoría de películas americanas o europeas, para nada...), como una experiencia inolvidable y fortalecedora que nos hará los profesionales que debemos y tenemos que ser en el futuro, porque como dicen por ahí no todo se aprende de teoría, sino de practica. Supongo que no hay mejor aprendizaje que el de las experiencias propias, pero eso no quita el hecho o posibilidad de sufrir un colapso en el intento, o si?

Los mejores días se fueron, pero estoy segura que mejores días también vendrán; y a esas personas que han hecho de mi aún corta estadía en INTEC les digo desde ya que tienen un agradable y amplio espacio en mi cálido corazón, y aunque en esta universidad los bonches y reuniones sean efímeros o casi inexistentes, por lo ocupado que solemos estar (gracias INTEC), tengan presentes que lo importante no es el tiempo compartido, sino los recuerdos que dejen los mismos.

A disfrutar de nuestra estancia en esta nueva etapa que estamos viviendo y a sacarle el máximo provecho.

Adios colegio, hola INTEC!!!!


Autora: Jannie Es. Es.

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